Seguramente si trabajas en la industria alimentaria o estas directamente relacionado con ella, en algún momento te has hecho la siguiente pregunta: ¿es importante controlar el nivel de #micotoxinas en nuestro producto?
Revisando información publicada por AESAN, FAO y OMS, entre otras, podemos encontrar lo siguiente:
Las micotoxinas o toxinas fúngicas son sustancias producidas por diferentes especies de mohos que pueden crecer sobre los alimentos en determinadas condiciones de humedad y temperatura. La entrada en la cadena alimentaria se produce a través de cultivos contaminados, principalmente cereales, frutos secos, frutas desecadas, especias. Son compuestos químicos producidos de forma natural debido al metabolismo secundario de algunos hongos.
Se han identificado varios cientos de #micotoxinas, pero las más frecuentes que suponen un problema para la salud humana y del ganado son las aflatoxinas, la ocratoxina A, la patulina, las fumonisinas, la zearalenona y el nivalenol y desoxinivalenol. La exposición a las micotoxinas puede producirse directamente al comer alimentos infectados, o indirectamente, a partir de animales alimentados con comida contaminada.
Hay micotoxinas que se producen en el campo, otras durante la cosecha y otras durante el almacenamiento de los cultivos. Una vez presentes en el alimento ya no se pueden eliminar, resistiendo diferentes procesos como el secado, molienda y procesado. Debido a su estabilidad térmica, suele ser muy difícil que desaparezcan durante el cocinado.
La presencia de micotoxinas en los alimentos y piensos, puede afectar la calidad de nuestra salud y la de los animales, por lo que es importante que reflexionemos a cerca de la investigación y control de este tipo de compuestos.
Los límites máximos permitidos en alimentos para las micotoxinas con mayor importancia, vienen recogidos en el Reglamento 1881/2006. El establecimiento de estos límites máximos es la medida de gestión más eficaz que se ha podido encontrar para controlar y minimizar estos niveles. Por tanto para saber si se cumple con los límites establecidos en este Reglamento es imprescindible realizar el muestreo y análisis adecuado. No hay mejor decisión que contar con la colaboración de un laboratorio acreditado bajo la Norma UNE EN ISO/IEC 17025:2017 que pueda realizar el análisis de micotoxinas y sobre todo que su técnica analítica nos permita conocer las concentraciones que tenemos de micotoxinas en nuestros productos y que pueda llegar a los limites que se establecen en la legislación.
Existen en el mercado numerosos métodos analíticos que nos permiten conocer la presencia o no de diferentes #micotoxinas en nuestros productos, pero realmente el método de elección para conocer la concentración exacta que tenemos de cada una de las micotoxinas es mediante Cromatografía de líquidos (LC-MS/MS).
Aseguremos que tenemos en cuenta el análisis de micotoxinas en nuestros productos y además, que somos capaces de determinar su concentración utilizando el método analítico adecuado: la combinación del método analítico elegido, junto con la acreditación del mismo, nos da la fiabilidad y seguridad de los resultados obtenidos.
Como resumen, destacamos estos puntos como importantes a la hora de hablar de #micotoxinas:
- Cada empresa debe tomar las medidas necesarias y adecuadas para prevenir y reducir la presencia de #micotoxinas.
- El riesgo de micotoxicosis es muy difícil de predecir, ya que la mayoría de las veces los signos son subclínicos.
- La única forma de controlar las #micotoxinas es a través de la prevención, y no olvidemos que el impacto económico que originan es mayor que el coste de esta prevención.